martes, 24 de noviembre de 2015

La información: La diva de los últimos años

Tengo muchas preguntas sobre todo lo que está ocurriendo en el país y ni siquiera puedo atreverme a preguntar qué es lo que pasará, porque antes que cualquier cosa soy una ansiosa sin remedios.
Mi mayor pregunta es qué va pasar con la información ahora que sabemos que la información no es objetiva ni imparcial.
Ganó Macri, en parte, porque muchos estaban hartos de la denominada “grieta”, concepto que emergió del programa de Jorge Lanata, abierto opositor al gobierno. Una grieta que se abrió entre aquellos que apoyaban al gobierno y aquellos que no. Parece simple a grandes razgos, sucede en los mejores países eso de que algunos están de acuerdo y otros no, y en general se soluciona con elecciones que son determinadas por la mayoría del pueblo. Este es el caso del domingo 22 de Noviembre, el pueblo eligió y con más de un 50% de los votos ganó Mauricio Macri, el político que llevó la mitad del pueblo al poder porque no querían que siguiera el gobierno k, o porque elegían creer en lo que proponía la alianza cambiemos, o porque ese partido representaba perfectamente su ideología.
Desde la absoluta ignorancia y desde la ansiedad que tanto me caracteriza me pregunto qué va a pasar con la protagonista de los últimos cinco años: la información.
Muchos de los argentinos nos vimos inmersos dentro de una disputa entre periodistas afines al gobierno y periodistas opositores, fueron muy pocos los que tenían voz y una mirada crítica, eso en general quedó en manos de los pequeños medios. ¿Y qué es tener voz en la Argentina? Es tener plata, guita, tarasca, como le quieras decir. La oposición estaba respaldada por el grupo económico de Clarín y su red de medio informativos que abracaban diarios de tiraje nacional y provincial, programas de aire, programas de cable, revistas, y emisoras de radio.  Y los medios oficialistas bancadas por el Estado.  Según la Ley de Medios, éstos tienen que estar distribuidos entre el Estado, medios alternativos y medios privados en un 33% cada uno. Pero yo me pregunto, ¿Qué va a pasar ahora que la antes denominada oposición está en el poder? Oposición y Estado serán lo mismo, entonces ¿qué va a pasar con la información? Matemáticamente podemos decir que un 66% de la información dirá más o menos lo mismo, o al menos podemos decir que responderán al dinero de distintas fuerzas pero que responden a un mismo objetivo, cuestión obvia ya que lo vimos a lo largo de estos años, y boludos no somos. Vimos que 678 era pura propaganda gubernamental, pero también vimos como TN era pura propaganda anti K, y hoy más allá del Macrismo, ganó al Anti Kirchnerismo.
Está bien, no vamos a estar más expuestos a esa brecha que tanto nos molestaba, no vamos a ver más cadenas nacionales eternas, no va a estar más 678 y su parcialidad a la hora de contar las cosas.  Pero la información será parcial como a lo largo de la historia de la humanidad lo fue. El nuevo gobierno tendrá sus medios estatales y sus medios privados, pero la nueva oposición ¿Qué medios tendrá?
Están hartos del rol de los medios, porque fueron protagonistas insoportables, ¿pero ahora?
Nunca me pareció mal que haya una contrapartida, una discusión constante sobre la información, porque la información es poder como dice el grande amigo de los olvidados, Michelle Foucault. Mientras discutíamos sobre la información, fue muy visible quiénes tenían información, qué información, para qué, cómo la utilizaban, qué datos eran verdaderos, qué datos no lo eran.  En algún punto, sabíamos quién tenía el poder, o al menos quienes se lo disputaban. Teníamos la información sobre quién manejaba la información (Sea el gobierno o sea un grupo económico), eso nos dio poder, poder que nunca había tenido el pueblo argentino, y por esa razón nunca me molestó cuando discutíamos sobre política, porque sabíamos, porque teníamos información, porque el pueblo tenía poder (sea oposición o sea oficialismo) el pueblo sabía cuántas escuelas se abrían, sabía qué datos del indec eran erróneos, el pueblo sabía lo que había pasado con Fariña, el pueblo podía elegir saber y por lo tanto controlar, criticar, enjuiciar a quiénes estaban en el poder.
¿Y ahora? Como dice Gramsci, quienes tengan el poder económico tendrán el poder simbólico. Y nosotros, desde la Argentina del Siglo XXI podemos agregar que el control de la información. Y a un pueblo sin información, se le puede hacer lo que quiera.

Entonces, ¿Dónde estará la información que sea la contracara de los medios oficialistas y de los medios de los grupos económicos? 

jueves, 24 de septiembre de 2015

Fuimos lo más hermoso de Buenos Aires

Hay un momento que empezas a pensar que escribir cuando estas triste es medio obvio. Es medio prematuro, tal vez un poco aniñado y catártico y un poco empezas a pensar que hacer cosas por catarsis es como los que dicen que hacen teatro porque es como su terapia. Rarísmo. No quiero ver una obra de teatro donde los actores simplemente estén adelante mío porque son pacientes de un tratamiento auto impuesto para…. ¿Para ser menos tímidos? ¿Para enfrentarse con el otro?. No puedo parar de pensar en qué obras de teatro fui a ver donde los actores en realidad no se sentían actores, sino que se estaban auto ayudando, porque en un época iba mucho al teatro. Mucho Camarin de las Musas, mucho Villa Crespo, mucho teatrito aledaño a la calle Corrientes. Eramos tan jóvenes. En realidad teníamos tantas ganas de pertenecer a la juventud. Esa juventud insurgente de los barrios de Chacarita y Villa Crespo. No eramos artistas pero estábamos ahí donde ocurría el arte, en las pequeñas salas, en esos bares de birra barata por el Abasto, en las paradas de colectivo donde estaban los que venían del conservatorio, en esos festivales de la calle donde tocaban percusión, en los antros de Chacarita donde bailábamos hasta el amanecer. Eramos muy chicos pero fuimos parte de ese arte que todavía no era. Escribíamos sobre la tristeza, sorbe los sentimientos. Pensábamos que hacíamos poesía y era una mierda. Queríamos cambiar el mundo y que nadie tuviera hambre. Fuimos lo más hermoso de Buenos Aires.
No trabajábamos, leíamos casi adictivamente, devorábamos el fernet a mordiscones, nos besábamos en cada esquina apasionadamente porque eramos adolescentes y todo eso que adolecíamos lo convertíamos en placer, como Jesús, o Dios, no me acuerdo, que convirtió el agua en vino. Convertíamos todo en vino. Eramos los hijos favoritos de Dionisio.
Pero en un momento empezamos a ironizarnos. A hacer chistes de todo. A burlarnos del arte, de la poesía  de mierda que hacíamos, de la música esa que tanto bailábamos y empezamos a escribir sobre cosas no tan tristes. 
Dejamos la catarsis, los sentimientos y  empezamos a escribir sobre lo pequeño, sobre lo que podíamos manejar. Nos dimos cuenta que en realidad es muy poco lo que podemos hacer. Dejamos de hacer poesía, dejamos de querer cambiar el mundo, dejamos de amarnos con locura y de besarnos desaforadamente en cada esquina hasta llegar a algún lugar donde pudiéramos coger. Empezamos a esperar a coger en las casas, o al día siguiente porque estábamos muy cansados. Dejamos de ser parte del arte de Buenos Aires porque decidimos que sufrir no era de snob.
Los sentimientos no cotizan, nos habrá dicho alguien. Qué boludez.  

lunes, 10 de agosto de 2015

De domingo a la mañana

Ojala nunca te olvides de tus lunares favoritos.
De los finis que te armaba
De los libros que son míos
De mi cara de drogada.
Ojalá nunca te olvides de lo mal que cantaba
De mi comida favorita
Del  atún en lata
Del amor por la ensalada
Ojalá nunca te olvides de lo raro de mis tetas
De mi cara de travesura
De mi expresión de hambre
De lo fea cuando lloraba
Ojalá nunca te olvides de Silvio Rodrigues en el invierno
De Shakira en el verano
Del tequila Spirit
Del vino blanco
Ojalá nunca te olvides de mi altura desproporcionada
De mi torpeza injustificada
De mi baile con las manos
De mi amor a la cumbia
Ojalá nunca te olvides que Kant es pura facha
Del materialismo histórico
De mi amor por los franceses estructuralistas.
Ojalá nunca te olvides de mi ropa
De mis zapatos negros
De mis vestidos rosas
De mis jeans de A.Y Not
Ojalá te acuerdes de mi boca, esa que tanto te gustaba
De mi sentir ilimitado
De la charla sin fin
De mi amor exagerado. 

martes, 14 de julio de 2015

Qué rico

Hacer el amor es lo más griego que tenemos. ¿Qué es el amor? ¿Qué es hacerlo? ¿Cómo se hace?
Al principio hay muchos besos, en realidad en el mejor de los casos. A veces no te quieren besar la boca. Te quieren besar las tetas, pero ¿cómo te van a besar las tetas si todavía no te besaron tanto la boca? ¿Es por el aliento? Las tetas no tienen aliento y son tetas, pero yo quiero que primero beses la boca.  Bueno, estamos chapando. Qué lindo. Cómo me gusta cuando se encuentran las lenguas. Cuando al principio sólo hay besos sin lengua y después aparece y te acaricia. Qué feo cuando no te acaricia y te atraviesa y llega a las amígdalas, o cuando recorre toda tu cara y de repente te estas besando con un perro.  Pero cuando hay muchos besos y la respiración se acelera y tenes hambre del otro.  Hambre y curiosidad y ganas de que salga todo bien.
Hambre de orejas, hambre de cuello, cuello con clavículas. Qué rico sabor.
Ay no. Me está besando el cuello. ¿Se tiene que dar cuenta que me gusta o mejor no? Me parece que se dio cuenta. Qué vergüenza.  Está por sacarme el corpiño. No puede. Qué bueno, porque mis tetas no son como las de las modelos. Son lindas, tranqui. Pero tengo la espalda grande y no son perfectas.  ¿Le gustarán mis tetas? Ay la puta madre, me está tocando las tetas.  Ay la axila. Me quiero reir por las cosquillas. No te rías porque no va a entender. Ay ya me reí. Él se rió.  Es obvio que se lo va a contar a todos sus amigos.  Qué lindas estas caricitas. Me lo quiero comer. Me lo voy a comer.  Qué lindo que es el cuerpo del hombre.
Bueno, me tengo que sacar el jean. Es chupin. ¿ Por qué no me puse una pollerita? Lo estoy mirando con cara de “Uy, que gracioso lo del jean” porque no sé qué cara poner. Ya me lo saqué. ¿Qué bombacha tenía puesta? Ah la negra. Re bien.  Qué frío que hace igual. No hace frío. Tengo calor, pero me entra el chiflete y me da justo en la pierna. Voy a cambiar de posición.  ¿ Qué es eso? ¿ Qué tiene en los pies? Ay tiene medias.  ¿Cómo se las saco? Con los piecitos y con cara de traviesa. Bueno, va a suceder. Qué paja el forro.  ¿Qué hago mientras? Debería irme a la silla y bailar sexy en tacos, pero hay cosas del sexo que me dan risas y la gente no se ríe mientras tiene sexo. Qué aburridos.  Bueno, ya fue. Besitos en el cuello. ¿El arriba o yo arriba? Cómo me divierte coger. Esta es mi parte favorita. La del coito. Bueno, él arriba. Qué feas que deben ser las tetas así.  Ay no ¿qué hace?  ¿Por qué tan lento? ¿Estamos jugando a que hacemos el amor? Voy más rápido, ya fue. Yo quiero coger lindo. Ah, le re gustó así. Odio cuando piensan que soy muy pura y muy princesa. Nadie es puro a la hora de tener sexo. Por suerte. Qué divertido esto.  Me gusta chapar y coger, pero  ¿a él?  A ver, me la juego.  Bueno, cambiemos  que sino vas a acabar y a mi me faltan todas las temporadas de los Simpson. Qué raro a las chicas que les da vergüenza ir arriba. Si es muy lindo cuando te miran y los miras.  Ah estamos conectando un montón. Pensé que  iba a ser re torpe todo esto de coger con este chico. ¿Estoy por acabar? ¿Si? Que lindo que vaya a suceder esto. Está sucediendo. Pará, ¿él está acabando? Está acabando. Estamos acabando. Acabamos los dos. Qué gracioso. 
Ojalá se quede un ratito acá conmigo. Ah no, el forro. Me separo. Qué agarre el forro.
Qué fea que estoy después de esto. Me suda la frente y la panza. También entre las tetas, pero qué lindo queda eso.  El pecho que sube  y baja. Tengo un poco de vergüenza y muchas ganas de dormir. Me gusta dormir después de coger. Me gusta ver twitter, Instagram y dormir. Separados.
Ay me está mirando. Qué gracioso. La puta madre, me reí de vuelta.  Ay se rio.

-Qué linda que sos wachita

Já,  “wachita”, qué pibe.

martes, 21 de abril de 2015

En el 108 escuchando Shakira

1.Qué lástima que ahora haga frío, pero porque a la tarde va a hacer calor. Voy a tener que cargar con todas las capas de protección. Estar protegido es muy lindo, pero cargar con las capas de protección no. Por eso nos molesta la campera en la mano, la bufanda en la mochila, el pantalón que se me cae, el flequillo en la frente transpirada, la boca entre abierta; exhalando por ahí porque los que saben respirar bien son muy pocos. Llevar el aire a la panza y sacarla atravesando la zona baja, la alta y el pecho.  Que limpie todo, o que lo ensucie. Depende dónde inhales.  En el campo todos quieren respirar. Respirar o emborracharse. Emborracharse en un árbol y caer en el pasto. Tomarnos un vino en la llanura pampeana que es como el universo, extensa y vacía.

2.Emborrachémonos en la llanura que nada nos puede lastimar porque no hay nada. Sólo vos y yo. Y si vos no me lastimas no me lastima nadie porque te elegí a vos para tomarnos un vino, elegí que seas la única persona que pueda matarme en el medio del campo con la botella de ese tinto berreta que compramos antes de subirnos al auto.  Yo no te voy a lastimar porque no creo que tenga ganas, voy a querer tomarme el vino y que nos riamos de mí.  No conmigo. De mí porque pienso muy distinto a vos. ¿Llegaremos a pensar parecido?

3.Tal vez a la maña siguiente yo no encuentre mi corpiño y estemos con la boca violeta. Y yo te vea la boca y piense que me llamo Violeta.  ¿Pensarán en mi cuando leen “violeta” o piensan en el color violeta?

4.¿Cuándo pensas en mí?
¿Cuando hablan de colores?; ¿cuando aparece Cristina y habla de justicia socia?l; ¿cuando te recomiendan un libro de mi autor favorito?; ¿Y cuando te haces la paja? ¿O soy muy pura como para ser una paja?.
¿Te parezco linda o ya te diste cuenta?
Estas preguntas que te dicen que son importantes a la hora de amar, yo solo quería que tomemos un vino en el universo pampeano.


martes, 10 de marzo de 2015

La Industria con más consumidores retratada otra vez

La industria de la moda está de fiesta pero no sorprendida. ¿Es, acaso, casualidad que la secuela de la película sobre Modelaje más famosa del mundo se esté rodando 14 años después de su estreno?

El cine y la moda han sido compañeros inquebrantables desde el blanco y negro.  Pero el cine que habla sobre moda es algo que le pertenece al maravilloso siglo XXI. Ya no se tratan de películas donde el vestuario es simplemente muy importante. Se tratan de películas que describen,  analizan y hasta critican esa industria que se encuentra detrás del little black dress (denominación que eligió Coco Chanel)

O bien detrás de ese sweater azul deforme que encontrás en un sale; tal como le dice Miranda Priestly (Meryl Strep)  a Andy (Anne Hathaway)  en Devil Wears Prada (2006), otra de esas películas icónicas de 
este milenio que nos muestran la ferocidad que hay por detrás de la belleza .

Pero antes de que se estrenara esta película que homenajea a unas de las editoras de Vogue más exitosas y duras de la historia, se estrenó Zoolander.

Es la historia de un modelo masculino que empieza a perder vigencia frente a las nuevas caras bonitas y comienza a darse cuenta que el negocio no es sólo posar, sino que hay mucho más en juego que una simple portada. Esta parodia a la industria que salió en el año 2001 no sólo es una película de humor, también es una película de crítica a todo aquello que hay por detrás de las pasarelas.

Los años 90 fueron el auge del modelaje internacional. Apareció por primera vez el concepto "Heroin Chic"de la mano (o de las piernas) de Kate Moss y Naomi Campbell. Las modelos ya no sólo aparecían en revistas de moda y en pasarelas. La sesión de Moss con Testino para Vogue Paris en el año 2001 fue de igual o de menor importancia que aquellas fotos en las que apareció borracha en un boliche y con mechones de extensiones fuera de su lugar.

También en ese entonces las modelos súper flacas, sin curvas y pómulos afilados comenzaron a llamar la atención sobre qué tipo de mujeres eran modelos para el resto de las mujeres. En relación con estos cánones de belleza,  la anorexia y la bulimia fueron enfermedades “de moda”.

 Tal vez hoy nos resulté fuerte decir que tales problemas eran una moda, pero lo fueron y Zoolander fue una película que lo supo ver y retratar.

Hoy, 14 años después de ese estreno, comienzan a aparecer los primeros movimientos de prensa para lo que será la secuela que se estrenará en Febrero del 2016. ¿Cómo influenciaron los últimos años a la decisión de hacer una segunda parte, y por qué no, un retrato más actual de lo que es la industria de la moda?

Muchos comparan este momento del mundo fashionista con ese auge de los ‘90.

El nombre Cara Delevigne suena ya tanto o más que el de Kate Moss. Tenemos una nueva inglesa en el trono. Sus ojos delineados por  sus grandes cejas son el accesorio que toda mujer quiere tener.
No sólo nos interesa verla en la pasarela, nos interesa,  y mucho, verla debajo de ella: caminando con su pareja para poder analizar su look, en los videos que hace con sus amigas, o en sus fotos de instagram donde no le importa no salir impecable.

Las redes sociales nos han acercado al mundo de la moda como nunca antes había sucedido. Vemos la pasarela de Chanel antes de que salga el desfile por la tele, vemos la previa a través de “selfies” que se sacan las mismas modelos y hasta sabemos cada uno de los tatuajes que tienen “las chicas”. Hoy en día sentimos a las modelos internacionales nuestras amigas.

Todos conocemos a Cara Delevigne, a Kendall Jenner, a Hailey Baldwin y no sólo las conocemos, podemos saber antes que cualquier otra  persona en dónde están de vacaciones, qué sesión están haciendo, cómo entrenan para estar impecables o si prefieren el bacon o la pizza. La moda no se trata solo de ropa, fotos y desfiles, la moda es un estilo de vida que va desde la alimentación, pasando por los consumos, las preferencias, las mascotas y por qué no las parejas.

En este contexto de Instagram, vine, twitter y la “selfie” empieza a gestarse Zoolander 2 que justamente ha tenido su primera gran movida de prensa en el desfile de Valentino de hoy en el cual han filmado parte de lo que será la película. Las primeras repercusiones de estas apariciones fueron a través de las cuenta en Instagram de la revista Vogue: la primer foto donde están los dos protagonistas, Ben Stiller y Owen Wilson junto con Anna Wintour ha tenido 81.407 “me gusta” y seguramente siga sumando.

 A lo largo de la mañana y de la tarde se han viralizado todo tipo de imágenes al respecto: fotos de Derek y Hansel tras bambalinas, fotos durante el desfile, fotos con Cara Delevigne y muchas imágenes más que han desatado furor en twitter y Facebook.


La industria de la moda está viviendo un segundo auge y las redes se convirtieron en el verdadero escenario. Sólo nos queda ver qué nos traerá Justin Theroux dirigiendo Zoolander 2.