Tengo muchas preguntas sobre todo lo que está ocurriendo en
el país y ni siquiera puedo atreverme a preguntar qué es lo que pasará, porque
antes que cualquier cosa soy una ansiosa sin remedios.
Mi mayor pregunta es qué va pasar con la información ahora
que sabemos que la información no es objetiva ni imparcial.
Ganó Macri, en parte, porque muchos estaban hartos de la
denominada “grieta”, concepto que emergió del programa de Jorge Lanata, abierto
opositor al gobierno. Una grieta que se abrió entre aquellos que apoyaban al
gobierno y aquellos que no. Parece simple a grandes razgos, sucede en los
mejores países eso de que algunos están de acuerdo y otros no, y en general se
soluciona con elecciones que son determinadas por la mayoría del pueblo. Este
es el caso del domingo 22 de Noviembre, el pueblo eligió y con más de un 50% de
los votos ganó Mauricio Macri, el político que llevó la mitad del pueblo al
poder porque no querían que siguiera el gobierno k, o porque elegían creer en
lo que proponía la alianza cambiemos, o porque ese partido representaba
perfectamente su ideología.
Desde la absoluta ignorancia y desde la ansiedad que tanto
me caracteriza me pregunto qué va a pasar con la protagonista de los últimos
cinco años: la información.
Muchos de los argentinos nos vimos inmersos dentro de una
disputa entre periodistas afines al gobierno y periodistas opositores, fueron
muy pocos los que tenían voz y una mirada crítica, eso en general quedó en
manos de los pequeños medios. ¿Y qué es tener voz en la Argentina? Es tener
plata, guita, tarasca, como le quieras decir. La oposición estaba respaldada
por el grupo económico de Clarín y su red de medio informativos que abracaban
diarios de tiraje nacional y provincial, programas de aire, programas de cable,
revistas, y emisoras de radio. Y los
medios oficialistas bancadas por el Estado.
Según la Ley de Medios, éstos tienen que estar distribuidos entre el
Estado, medios alternativos y medios privados en un 33% cada uno. Pero yo me
pregunto, ¿Qué va a pasar ahora que la antes denominada oposición está en el
poder? Oposición y Estado serán lo mismo, entonces ¿qué va a pasar con la
información? Matemáticamente podemos decir que un 66% de la información dirá
más o menos lo mismo, o al menos podemos decir que responderán al dinero de
distintas fuerzas pero que responden a un mismo objetivo, cuestión obvia ya que
lo vimos a lo largo de estos años, y boludos no somos. Vimos que 678 era pura
propaganda gubernamental, pero también vimos como TN era pura propaganda anti
K, y hoy más allá del Macrismo, ganó al Anti Kirchnerismo.
Está bien, no vamos a estar más expuestos a esa brecha que
tanto nos molestaba, no vamos a ver más cadenas nacionales eternas, no va a
estar más 678 y su parcialidad a la hora de contar las cosas. Pero la información será parcial como a lo
largo de la historia de la humanidad lo fue. El nuevo gobierno tendrá sus
medios estatales y sus medios privados, pero la nueva oposición ¿Qué medios
tendrá?
Están hartos del rol de los medios, porque fueron
protagonistas insoportables, ¿pero ahora?
Nunca me pareció mal que haya una contrapartida, una
discusión constante sobre la información, porque la información es poder como
dice el grande amigo de los olvidados, Michelle Foucault. Mientras discutíamos
sobre la información, fue muy visible quiénes tenían información, qué información,
para qué, cómo la utilizaban, qué datos eran verdaderos, qué datos no lo
eran. En algún punto, sabíamos quién
tenía el poder, o al menos quienes se lo disputaban. Teníamos la información
sobre quién manejaba la información (Sea el gobierno o sea un grupo económico),
eso nos dio poder, poder que nunca había tenido el pueblo argentino, y por esa
razón nunca me molestó cuando discutíamos sobre política, porque sabíamos,
porque teníamos información, porque el pueblo tenía poder (sea oposición o sea oficialismo)
el pueblo sabía cuántas escuelas se abrían, sabía qué datos del indec eran
erróneos, el pueblo sabía lo que había pasado con Fariña, el pueblo podía
elegir saber y por lo tanto controlar, criticar, enjuiciar a quiénes estaban en
el poder.
¿Y ahora? Como dice Gramsci, quienes tengan el poder
económico tendrán el poder simbólico. Y nosotros, desde la Argentina del Siglo
XXI podemos agregar que el control de la información. Y a un pueblo sin
información, se le puede hacer lo que quiera.
Entonces, ¿Dónde estará la información que sea la contracara
de los medios oficialistas y de los medios de los grupos económicos?